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El 27 de enero pasado cerramos el Primer Congreso Internacional Agustín Penón en Villaviciosa de Odón. Entre otros, intervino José Javier García Montero, para hablarnos de la gran amiga de Agustín, Emilia Llanos.
José Javier lleva muchos años persiguiendo cualquier objeto de ella desde que su figura le impactó poderosamente, y a día de hoy posee la colección más importante de la granadina que tanto amó a Federico García Lorca, colección en la que, gracias a él, podemos disfrutar de sus libros, fotografías, trajes, muebles, cartas, joyas, cuadros… Y, como dijo en Villaviciosa, está a disposición de aquellos investigadores interesados en consultarla.
Cuando creíamos que José Javier había concluido su intervención nos regaló con una exclusiva que nunca olvidaremos: “He encontrado en casa de mis padres un poema que mi hermano Luis escribió cuando tenía 17 años, «Romance a la muerte de Federico García Lorca». No sabe que lo tengo y quizás no se acuerde de él, pero estoy seguro de que no le importará que os lo lea”
ROMANCE A LA MUERTE DE FEDERICO GARCÍA LORCA A mi madre, con todo el cariño del universo Sobre las tardes violetas, sobre los tejados negros, sobre la vega y la Alhambra, flota en Granada un misterio. Por detrás de las esquinas, descansan aún sus versos. Todavía su guitarra se oye llorar en el cielo, mientras su voz aún cabalga, dormida, a lomos del viento. “Los árboles de tu huerta, nunca sabrán que has muerto”. Yo tampoco, Federico, tampoco quiero saberlo. Pero se han puesto de luto, los pinos y los abetos, y las estrellas se han ido, olvidando al firmamento. Las mariposas no vuelan, parece que tienen miedo. Las fuentes no surten agua, y te aguardan en silencio. ¡Granada ya no es Granada! Ahora es sólo un infierno. ¡Granada ya no es Granada, porque es tu cementerio! La luna de San Vicente, nunca sabrá que tú has muerto. Yo tampoco, Federico, tampoco quiero saberlo. LUIS GARCÍA MONTERO Granada, 24 de enero de 1976